( Categoría : Relato)
En el antejardín de mi casa , andaba un moscardón .Me alegré, porque no es común verles.
Pensé en mi nieta , que se encuentra muy lejos en el Sur de Chile, a más de 800 kilómetros . Creo , se habría alegrado de ver tan grande insecto y que produce ruido como un helicóptero.
Al día siguiente , encontré muerto al insecto a la entrada de la casa ,cerca de la reja. Tal vez la noche helada de finales de verano , acabó con su vida.
Pensé guardarlo a mi nieta , de cuatro años, cuando nos visite. Como si fuera una urna , lo metí en una caja de fósforos vacía . Lo conservé varios días .
Al fin llegó mi nieta . Lo vio .
Dijo - ¡ Ah ..sí lo conocía !
¡ Muerto no tiene sentido para un niño - pensé – quizá con el runruneo ente las flores hubiera alegrado su carita.
Ambos nos decepcionamos : ella, porque estaba muerto ; yo, por no verla alegre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario